Virgen del Rosario de San Julián |
El pasado sábado el barrio de San Julián de Sevilla vivió uno
de sus días grandes. La Virgen del Rosario salió en procesión, arropada por
muchos vecinos y cofrades. Pero este acto no sólo se circunscribe al ámbito
religioso. La salida de esta imagen desde la parroquia de San Julián supone un
punto de encuentro para los antiguos vecinos, que regresan a las calles en las
que se criaron. Una auténtica fiesta en la que participan personas de
diferentes generaciones.
La banda de cornetas y tambores del Sol abría paso al
cortejo, en el que participaron los hermanos con cirios y estandartes. En las
filas se integró junto con la hermandad del Rosario de San Julián, una representación de la hermandad de la Hiniesta, que también
radica en la misma parroquia. Y como colofón, el paso de la Virgen del Rosario,
que despertó la admiración del público.
Se notaba en el ambiente que era una tarde especial. Las
calles estaban engalanadas y los vecinos decoraron sus balcones con mantones de
manila. Un colorido que se extendió por el recorrido. La procesión discurrió
por una zona histórica que está siendo remodelada actualmente. El entorno de la
calle San Luis cuenta con nuevos vecinos que están revitalizado el barrio y sus
casas. Familias jóvenes que se mezclaron con los antiguos vecinos, que ahora
viven en barrios como el Polígono de San Pablo o la Macarena.
Este año la hermandad celebraba un acontecimiento especial.
Se cumplían 75 años de la hechura de la imagen y su bendición, allá por 1937.
Por este motivo, la corporación ha venido desarrollando una serie de actos para
poner en valor la talla y su contexto histórico, además de relanzar la figura
de su escultor: José Fernández Andes. Se han organizado conferencias e incluso
un pregón que destacó su devoción mariana.
La parroquia de San Julián sigue siendo fiel testigo del
devenir del barrio. Un templo que fue duramente castigado en los preámbulos de
la Guerra Civil. De hecho, la iglesia fue incendiada poco después de que
estallara la contienda, al igual que otros muchos templos de la zona. Era
conocido como el “barrio rojo”, habitado sobre todo por republicanos. Las
imágenes sagradas de la parroquia fueron pasto de las llamas, tanto las
imágenes gótica y dolorosa de la Hiniesta, el Cristo de la Buena Muerte y la
Virgen del Rosario. Este hecho provocó una gran conmoción en la ciudad y la
recuperación de este templo fue todo un ejemplo de superación en una época en
la que las dificultades económicas eran notorias.
Fachada de la Iglesia de San Julián |
Pero San Julián no sólo alberga la hermandad del Rosario, una
corporación de gloria minoritaria si la comparamos con la otra cofradía del
templo: la Hiniesta. La hermandad del Domingo de Ramos es una de las
corporaciones más importantes de la Semana Santa sevillana. Con un cortejo de
nazarenos formado por más de 1.000 nazarenos, es ejemplo de fortaleza y
vitalidad, sobre todo en tiempos de relativismo religioso.
En definitiva, la Virgen del Rosario de San Julián es historia
viva de Sevilla. Una talla que sigue
resistiendo los avatares del tiempo y que cada año deleita con su belleza a los files que la acompañan y que concentra el cariño de sus vecinos y
cofrades.
Fuentes: Hermandad del Rosario de San Julián, Hermandad de la Hiniesta, Parroquia de San Julián. Desplazamiento procesión Virgen del Rosario de San Julián del 27 de octubre.
Imágenes: J. Fernández Jurado
Video: youtube, usuario: Alex García
J. Fernández Jurado
Fuentes: Hermandad del Rosario de San Julián, Hermandad de la Hiniesta, Parroquia de San Julián. Desplazamiento procesión Virgen del Rosario de San Julián del 27 de octubre.
Imágenes: J. Fernández Jurado
Video: youtube, usuario: Alex García
J. Fernández Jurado
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