miércoles, 7 de noviembre de 2012

Un "rinconcillo" con mucho encanto

Variedad de tapas en El Rinconcillo
Espinacas con garbanzos, carrillada, bacalao, chacinas, croquetas de puchero... En una época en la que la comida rápida se impone a pasos agigantados en los hábitos gastronómicos de los ciudadanos, el bar El Rinconcillo nos recuerda que todavía queda una cocina artesana, saludable, tradicional y llena de sabor que nos evoca a nuestra tierra y  a las huellas que las diferentes culturas han ido dejando en ella.  
 
El Rinconcillo se encuentra en la calle Gerona, en pleno barrio de Santa Catalina, junto a varias iglesias mudéjares y en un entramado de calles que nos retrotraen a otro tiempo. El bar fue fundado en pleno siglo XVII y puede considerarse como uno de los más antiguos de Sevilla. Cuando apenas había lugares de encuentro y ya habían cerrado todos los restaurantes y tabernas, El Rinconcillo era el único local que permanecía abierto hasta altas horas de la madrugada.


Fachada del bar en calle Gerona
Escenario de tertulias y de reuniones tras las funciones y actos cofrades, su decoración es fiel testigo de la historia de la ciudad. Sus techos de madera, sus azulejos, la barra de caoba y los toneles de vino como mesas siguen permaneciendo en el local, impasibles al paso del tiempo. Todo permanece intacto en El Rinconcillo. Una parábola que nos recuerda que las cosas buenas no tienen porqué cambiarse.

La calidad gastronómica es una de sus señas de identidad. El Rinconcillo ofrece fundamentalmente tapas, el plato más típico de Sevilla. Desde sus selectas carnes hasta los pescados fritos o a la plancha. La carta de este bar ofrece lo mejor de la gastronomía local, sin renunciar a los vinos más añejos o la cerveza fresca. Sus "parroquianos" se acercan a degustar estas exquisiteces a la barra, de pie, para que la digestión sea más ligera. Sin embargo, también hay mesas y sillas enclavadas en un comedor para disfrutar de la convivencia en torno a platos con mucho sabor y solera.


Interior de El Rinconcillo
Pero este local no sólo es un restaurante que ha encontrado su hueco destacado dentro de la amplia gama hostelera de la ciudad. Es también un atractivo turístico de primer orden. Los visitanes buscan en este recinto el sabor de la Sevilla antigua. Por ello, junto a los clientes habituales, es normal encontrar allí americanos, ingleses o alemanes, que disfrutan de las tapas tras visitar la Catedral, el barrio de Santa Cruz o el Alcázar.

En definitiva, El Rinconcillo sigue siendo el guardián de las esencias de Sevilla. Un baúl de los recuerdos que mantiene intacto el sabor de una ciudad que ha ido transformándose y modernizándose pero, a la vez, conservando sus señas de identidad.

 
 
 
 


Fuentes de información: Restaurante El Rinconcillo de Sevilla, desplazamiento y consumición de produtos.

Imágenes: J. Fernández Jurado

Video: youtube, usuario El Rinconcillo Sevilla
 
 
J. Fernández Jurado




 

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